desde el Saló

Este año, además de estar presente en el Saló con la expo y firmas de ejemplares (Pulpo y Loser) en el stand de Bang, participo con un pequeño comic escrito a dúo con Diego Arandojo, para la revista Dos Veces Breve. Una gran revista hecha con ultrafino esfuerzo por un sólo hombre: Vicente Galadi. Un espacio de pequeñas historias y lectura rápida para coleccionar, con cantidad de figuras conocidas (y no tanto, pero todas con gran talento) y que aporta número a número, una ventana discreta al comic español. Aquí un par de páginas del pequeño comic:

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Primer día de Saló / ayer

Veinticinco años de Saló. Un magnífico día... de sol.

Dentro de la feria, en un inmenso lugar con pinta de estación de tren del siglo diecinueve y altos techos de hierro, una cantidad enorme de huecos y pasillos se abrían paso entre los stands y... poco más. Bueno, sí, un poco más frío que afuera (en la calle) y con bastante menos gente que en el bar donde repetían el gol de Messi sin parar.

Quizás yo esperaba un poco más de... "acción", algo que me diga que el Saló con veinticinco encima, aún tiene ganas de marcha. Puede que haya sido yo el que iba con ganas de más... sí, puede ser. Pensé que cumplir todos esos años, con lo que cuesta y costó montar, promover y sostener todo este rito durante tanto tiempo, podía ser motivo de fiesta. Sin embargo lo que había era un largo silencio, un cumpleaños felíz en silencio. Lo más parecido a una catedral del cómic que ví nunca. Hasta ví pasar un angel (un colega estaba conmigo y no podrá desmentirlo) una chica con alitas en su espalda, las manos en los bolsillos y la cara hasta el suelo que paseaba sin demasiados ánimos o bien derrotada por la decepción.

Pasó un angel pero el silencio no se fue. Ojalá que hoy (el segundo día), los diablos tengan ganas de farra y enciendan el fuego a las velitas del pastel de un cumpleaños que todos -sin dudas- deseamos que sea felíz.

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Por otra parte, me gustó la pequeña expo del INJUVE, grandes talentos. Sin duda, el comic y la ilustración española transitan por un gran-gran nivel. Imperdibles también, las páginas de un concurso para niños del que no recuerdo su nombre (me fascinan los comics que hacen los chicos).

Interesante además, es la muestra dedicada a las "viñetas valencianas". Un repaso a la historia del "tebeo" valenciano con perlas para el disfrute. Y por último, una expo muy bien montada y con joyas históricas que deslumbran: "serie negra". Originales de Chester Gould (Dick Tracy) y The Spirit (Will Eisner) sin dudas arrancan lágrimas de alegría al verlos. Esa gente disfrutaba dibujando, la pasaban bien y eso se nota. Mucha mucha frescura, mucho delirio dentro de un estilo aparentemente conservador, difícil, encorsetado u obvio. Las apariencias en manos de esta gente son más bien, unas vestiduras carnavalescas. Ellos estaban creando un lenguaje de acción y dinámica, una manera de hacer y leer el comic, de contar historias; un lenguaje que son los códigos que manejamos y rompemos todos (con mejor o peor suerte), hoy. Marcaron tendencia. Fashion-comic! Vestiduras, trasvestidos, corte, linea y... punto. Una expo para ver y aprender. Lamentablemente (y es lo único que no disfruté) es que mis páginas expuestas no quedaron a la altura. Y no sólo por no tener el talento adecuado, sino porque, sencillamente, las imprimieron mal. Baja potencia de negros + cero contraste de grises = hepática imagen.

Vayan a ver la muestra y cuando lleguen a mis páginas, háganme un favor: pasen de largo!.

Otra cosa que encontré en la feria, es este artículo* que escribió el ilustre -escritor de novela negra- Andreu Martin para el boletín oficial del Saló, en el que cuenta su visión ácida y particular de la situación entre los que escriben y escribieron literatura seria y defenestran el comic, ubicándolo en un triste lugar oscuro, lejos de las letras (y rodeada de cadáveres).

* para aquellos que tienen el boletín en sus manos y se preguntan de quién es esa página que figura al costado de Dick Tracy y de la que no hay datos, les cuento que se trata del comic editado por Bang en 2005 dibujado y adaptado por mí (escrito por el propio Andreu), el Pulpo. Un olvido que al super detective del perfil cortante no le hace mella pero que al Pulpo lo ata de manos.